La novela social española acuñada como tal, responde a la narrativa que apareció en los años cincuenta del siglo pasado en la que los temas predominantes eran la denuncia de las injusticias políticas, económicas o sociales, no tanto porque se tratara de novela estrictamente política, sino porque era la herramienta idónea para acompañar las crecientes ansias de justicia, igualdad y dignidad para el amplio sector de la sociedad que vivía mermado en una o varias de estas.
Surgen entonces novelas consideradas ya como clásicas: El fulgor y la sangre de Ignacio Aldecoa, Los Bravos, Jesús Fernández Santos, Juegos de Manos de Juan Goitisolo, Pequeño teatro de Ana María Matute, y El Jarama de Rafael Sánchez Ferlosio, entre otras. Fue la aparición de Tiempo de silencio de Luis Martín-Santos, publicada en 1961 la que de alguna manera viene a clausurar el importante ciclo de novela social.
Hago esta introducción, porque acabo de terminar una novela que encaja perfectamente en la categoría de social, narra la historia romántica entre Victoria, ingeniera de obras públicas que trabaja en las obras para el soterramiento de la M-30. de Madrid, y Santiago un obrero que maneja una de las máquinas Komatsu pc-340, que da título a la novela. La muerte de un trabajador por incumplimiento del reglamento laboral y el intento de la empresa de ocultar la aparición de un yacimiento de interés arqueológico da lugar a la singular relación entre ambos. Santiago es un trabajador con alta conciencia política y Victoria poco a poco se ira concienciando frente a las exigencias que imponen sus jefes, y los cargos políticos del PP de Madrid para inaugurar antes de las elecciones, pasando por encima de los muertos y los heridos. En este sentido el libro no es solo una novela de ficción sino también una de las nuevas formas de hacer política que hay que recuperar frente a las doctrinas neoliberales deshumanizadoras. Novela y militancia se unen en la lectura de Komatsu PC-340 estableciendo una conciencia ecologista y transformadora apenas visible en el panorama de la narrativa española actual.
Ya en los años cincuenta el filósofo francés Jean Paul Sartre definía lo que a su parecer identificaba la “literatura social”:
§ “La literatura no debe reflejar solo la realidad, sino explicarla e, incluso, transformarla”
Sartre, por tanto, se aleja del realismo tradicional del siglo XIX que pretendía
exclusivamente reflejar la sociedad, sin opinar sobre ella. Sartre es un autor muy influido por el pensamiento marxista y por eso opina que el arte debe aspirar a transformar las cosas.
La literatura es un arma más con la que combatir la injusticia.
§ “El escritor tiene una función social, y será cómplice de la opresión si no se alía con los oprimidos”
§ “No se es escritor por decir ciertas cosas, sino por decirlas de cierta manera”
Esta última frase es importante porque Sartre puntualiza el hecho de que hacer una literatura combativa no quiere decir que se haga una literatura técnicamente pobre.
Komatsu pc-340, escrita por Javier Mestre y editada por Caballo de Troya, es una novela altamente recomendable.
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