El es el hombre, en su más amplio concepto. A él aspiro y por el suspiro. Un poco megalómano y tan narcisista que su yo no deja espacio ni siquiera para mirar fuera. Y al mismo tiempo, con tanta necesidad de halagos y admiración, que no se da cuenta de lo efímeros que son.
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ResponderEliminarAmado Chema, soy consciente de que somos muchas, casi infinitas en la cola. Pero espero y confío que haya hueco para mi.
ResponderEliminarSombra amante.
El es el hombre, en su más amplio concepto. A él aspiro y por el suspiro. Un poco megalómano y tan narcisista que su yo no deja espacio ni siquiera para mirar fuera. Y al mismo tiempo, con tanta necesidad de halagos y admiración, que no se da cuenta de lo efímeros que son.
ResponderEliminarLa gente debería tener alguna forma de darse cuenta cuando está haciendo el más espantoso de los ridiculos. Debería haber un organo encargado de eso.
ResponderEliminarEl es un gilipollas integral que sabe rodearse de bobas sumisas. La primera, la primera.
ResponderEliminarParece que le está llegando su San Martín a este también. Ya era hora.
ResponderEliminarAhora anda por ahí comunicando al mundo a las tesis que le invitan de tribunal. Me parto!!! Que personaje!!!!
ResponderEliminarja-ja-ja
ResponderEliminarEl libro era una mierda. A la propia Cecilia le debe dar vergüenza ahora mismo la que montó en su momento por el ínfulas este.
ResponderEliminarNo puedo con el ego de este imbécil. Compadezco al que le sufra en el día a día
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