El próximo lunes día 12 a las 19,30 horas vendrá: Antonio Cruz González, el autor del libro titulado VIRGILIO LERET RUIZ, una vida al servicio de la República, estará acompañado por José María Azkarraga.
Sipnosis:
Virgilio
Leret fue el primer oficial republicano ejecutado por los golpistas que se
levantaron en Melilla el 17 de julio de 1936. Era el Jefe de las Fuerzas Aéreas
de la circunscripción Oriental, con sede en la Base de Hidroaviones de El
Atalayón, Base que fué la única que resistió con las armas al golpe de Estado,
ya que otros departamentos militares se rindieron sin acciones de guerra. Fué
fusilado en aplicación del Bando de Guerra la tarde-noche del 17 al 18 de julio
de 1936, sin poder especificar la hora exacta, ni saber dónde se encuentran sus
restos. Pero Leret no fué sólo un oficial ejemplar, leal a la República, de
talante progresista y de carácter abierto y familiar: además fué escritor, que
firmó con el seudónimo El
Caballero del Azul y
también fué el primer inventor mundial del motor a reacción para aviones,
denominado en el registro industrial como Mototurbocompresor de reacción
continua, un avance que revolucionaría la aeronaútica y que el no pudo
desarrollar, por culpa del golpe de Estado. Azaña que conocía en secreto el
proyecto le aseguró que se comenzaría su construcción en septiembre. Lo cual,
como es evidente, no pudo hacerse. Su esposa, Carlota O'Neill presa en la
cárcel de Victoria Grande en Melilla, desde el día siguiente al Golpe,
consiguió salvar los planos y la memoria del proyecto de las manos de los
fascistas, y hacerlos llegar al gobierno inglés; a partir de ahí se perdió el
rastro, no pudiendo ignorarse que Gran Bretaña logró el motor a reacción en
1941. Tal vez el proyecto de Leret ayudó a ello.
Su esposa
Carlota O'Neill, escritora y periodista destacó como dramaturga y directora del
periódico Nosotras. Escribió sus Memorias con el título Una mujer en la guerra de España. Estuvo presa durante
seis años acusada de asociación ilícita, e injurias al ejército. De la primera
causa fué sobreseida. Mientras estuvo detenida en Melilla, le arrebataron la
tutela de sus dos hijas, Mariela (María Gabriela) y Loti (Carlota). La realidad
de mantenerla en la cárcel, fué por ser esposa del capitán Leret, oficial
republicano, que se resistió a los sublevados, si bien para conservarla en
prisión se aceptaron denuncias de la familia de su marido, que no deseaba verla
en libertad y con sus hijas. No obstante, tras vencer a sus perseguidores,
consiguió salir al exilio con sus dos hijas.
ESE LIBRO NO CUENTA MÁS QUE MENTIRAS
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